Rosario de San Benito II | Protección

Rosario San Benito Abad

Ave María Purísima
Sin pecado original concebida

Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro.

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

¡AMÉN!

Credo 

Creo en un solo Dios, 
Padre todopoderoso, 
Creador del cielo y de la tierra, 
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, 
Hijo único de Dios, 
nacido del Padre antes de todos los siglos.

Dios de Dios, 
Luz de Luz.
Dios verdadero de Dios verdadero, 
engendrado, no creado, 
de la misma naturaleza del Padre, 
por quien todo fue hecho; 
que por nosotros los hombres, 
y por nuestra salvación 
bajó del cielo, 
y por obra del Espíritu Santo 
se encarnó de María, la Virgen, 
y se hizo hombre; 
y por nuestra causa fue crucificado 
en tiempos de Poncio Pilato; 
padeció y fue sepultado, 
y resucitó al tercer día, según las Escrituras, 
y subió al cielo, 
y está sentado a la derecha del Padre; 
y de nuevo vendrá con gloria 
para juzgar a vivos y muertos, 
y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, 
Señor y dador de vida, 
que procede del Padre y del Hijo, 
que con el Padre y el Hijo 
recibe una misma adoración y gloria, 
y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, 
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo 
para el perdón de los pecados. 
Espero la resurrección de los muertos 
y la vida del mundo futuro. 

¡AMÉN!

Padre Nuestro

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad 
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos 
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.

Ave María (3 veces)

Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres 
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto 
de tu vientre, Jesús. 

Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte.

¡AMÉN!

V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

V/. María, Madre de gracia, Madre de misericordia.
R/. En la vida y en la muerte ampáranos, Señora.

V/. Alabanzas y gracias sean dadas en todo momento al Santísimo y Divinísimo Sacramento del Altar.
R/. Y bendita sea por siempre la Santa e Inmaculada Concepción de la Bienaventurada siempre Virgen María, Madre de Dios.

V/. Santo Padre Benito
R/. Ruega por nosotros.

Padre Nuestro

Recitar la siguiente jaculatoria 10 veces (una por cada cuenta del Rosario) y al final de cada 10 cuentas: (1) Gloria, (1) María, Madre de Gracia y (1) Alabanzas hasta completar las 50 cuentas y en cada cuenta del medio (1) Padre Nuestro:

La Cruz Sagrada sea mi luz
No sea el dragón mi guía
¡Apártate, Satanás!
Nunca me tientes con tu vanidad
Lo que ofreces es maldad
¡Bebe tú mismo tu veneno!

V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. 

¡AMÉN!

V/. María, Madre de gracia, Madre de misericordia.
R/. En la vida y en la muerte ampáranos, Señora.

V/. Alabanzas y gracias sean dadas en todo momento al Santísimo y Divinísimo Sacramento del Altar.
R/. Y bendita sea por siempre la Santa e Inmaculada Concepción de la Bienaventurada siempre Virgen María, Madre de Dios

V/. Santo Padre Benito
R/. Ruega por nosotros.

Padre Nuestro

Luego de las últimas 10 cuentas  con la jaculatoria...

La Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, 
vida, dulzura y esperanza nuestra. 
Dios te salve. 
A ti clamamos los desterrados hijos de Eva, 
A ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. 

Ea, pues, Señora abogada nuestra, 
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, 
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.

Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. 
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, 
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. 

¡AMÉN!

Letanías de San Benito 

V/. Señor, ten piedad. 
R/. Señor, ten piedad.

V/. Cristo, ten piedad. 
R/. Cristo, ten piedad.

V/. Señor, ten piedad. 
R/. Señor, ten piedad.

V/. Cristo, óyenos. 
R/. Cristo, óyenos.

V/. Cristo, escúchanos. 
R/. Cristo, escúchanos.

V/. Dios, Padre celestial. 
R/. Ten piedad de nosotros.

V/. Dios Hijo, Redentor del mundo. 
R/. Ten piedad de nosotros.

V/. Dios Espíritu Santo. 
R/. Ten piedad de nosotros.

V/. Santísima Trinidad, un solo Dios. 
R/. Ten piedad de nosotros.

V/. Santo Padre Benito
R/. Ruega por nosotros.

V/. Gloria de los Patriarcas
R/. Ruega por nosotros.

V/. Cumplidor de su Santa Regla
R/. Ruega por nosotros.

V/. Retrato de todas las virtudes
R/. Ruega por nosotros.

V/. Ejemplo de perfección
R/. Ruega por nosotros.

V/. Perla de santidad
R/. Ruega por nosotros.

V/. Santo Padre Benito
R/. Ruega por nosotros.

V/. Sol que reluce en la Iglesia de Cristo
R/. Ruega por nosotros.

V/. Estrella que reluce en la Casa de Dios
R/. Ruega por nosotros.

V/. Inspirador de muchos santos
R/. Ruega por nosotros.

V/. Serafín de fuego
R/. Ruega por nosotros.

V/. Querubín transformado
R/. Ruega por nosotros.

V/. Autor de cosas maravillosas
R/. Ruega por nosotros.

V/. Santo Padre Benito
R/. Ruega por nosotros.

V/. Dominador de los demonios
R/. Ruega por nosotros.

V/. Modelo de monjes
R/. Ruega por nosotros.

V/. Erradicador de ídolos
R/. Ruega por nosotros.

V/. Honor de los confesores de la fe
R/. Ruega por nosotros.

V/. Consolador de las almas
R/. Ruega por nosotros.

V/. Ayuda en las tribulaciones
R/. Ruega por nosotros.

V/. Santo Padre Benito
R/. Ruega por nosotros.

V/. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo
R/. Perdónanos, Señor.

V/. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo
R/. Escúchanos, Señor.

V/. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo
R/. Ten piedad y misericordia de nosotros, Señor.

Oración a San Benito

Virtuoso padre San Benito,
glorioso maestro de la vida espiritual, 
hombre justo lleno de bondad y caridad,
fiel servidor de Jesucristo,
que hallaste consuelo y paz
en la oración, en el silencio, en el monasterio,
lleno de un espíritu invencible en la fe
e inquebrantable en la esperanza,
y un corazón pleno de amor a Dios y los hombres,
te invocamos para que nos alientes
con tu dulce y valiosa presencia
y nos concedas protección y amparo en nuestras vidas.

Tú que siempre das ayuda cuando se te invoca
y eres poderoso intercesor ante el trono del Altísimo,
te ruego apartes de mí los peligros que me acechan,
y me obtengas de Dios los favores que preciso.

San Benito, terror de los demonios,
por el poder de la Cruz
aleja de mí toda influencia maligna,
resguárdame de envidias y de los ojos que me miran mal.

Líbrame de malas lenguas y habladurías,
de falsedades, traiciones y egoísmos,
y de toda aquella mala persona que sin escrúpulos
me desee algún mal y pretenda atormentarme.

Presérvame, te ruego confiadamente,
de maleficios, brujerías y hechicerías,
corta y disuelve todo trabajo de magia
que hayan enviado sobre mí o mi familia,
destierra todo lo que perjudique nuestras vidas.

Bienaventurado San Benito,
por tu poder ilimitado sobre los poderes del mal,
pongo en tus manos mis angustias,
librarme de todo mal y malicia;
protégeme y aléjame de peligros y enemigos,
en especial de esto que tanta intranquilidad me causa:

(Decir lo que se quiere conseguir).

¡Oh glorioso San Benito!
Que venciste al demonio y triunfaste sobre sus engaños,
protege de un modo especial
a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo,
consíguenos lo que con fe pedimos en esta oración
y danos tu especial cuidado y defensa en esta vida,
guíanos para que sepamos practicar tus enseñanzas
e inspíranos amor y caridad para con el prójimo.

Por Jesucristo Nuestro Señor.

¡AMÉN!

¡Ave María purísima!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡AMÉN!



¡Nadie derrumba a quien Dios levanta! 
¡Nadie derrota a quien Dios protege! 
¡Nadie maldice a quien Dios bendice!

Efesios 6:10-18 La armadura que Dios ha provisto

10 Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza.
11 Vístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las intrigas del diablo;
12 porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales.
13 Por esta causa, tomen toda la armadura de Dios para que puedan resistir en el día malo y, después de haberlo logrado todo, quedar firmes.
14 Permanezcan, pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, vestidos con la coraza de justicia
15 y calzados sus pies con la preparación para proclamar el evangelio de paz.
16 Y sobre todo, ármense con el escudo de la fe con que podrán apagar todos los dardos de fuego del maligno.
17 Tomen también el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios,
18 orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y ruego por todos los santos.

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